Semana Santa 2017


SEMANA SANTA 2017  
Jesús, causa de nuestra alegría.


Domingo de Ramos: Nos unimos a la alegría de los ciudadanos de Jerusalén que reconocen a Jesús y lo aclaman con sus ramos gritando: ¡Viva el Hijo de David!¡Bendito el que viene en nombre del Señor!

Jueves Santo: La cena de despedida está marcada por los signos: el pan y el vino, y el lavatorio; serán las nuevas presencias de Jesús: la Eucaristía y la caridad. Celebramos la Alegría de Servir.



Viernes Santo: Ponemos en el centro del día la Cruz y la lectura de la Pasión. La entrega de Jesús es la expresión de su amor desbordante por la humanidad. Celebramos la Alegría del Amor.



  Pascua de Resurrección: En la noche y día Santo de Pascua, escuchamos las palabras de Jesús a las mujeres: ¡Alegraos!. Como ellas, también nosotros: ”impresionados y llenos de alegría”,  corremos a anunciarlo. Jesús vive Resucitado.
A lo largo del camino cuaresmal hemos querido descubrir a Jesús que se nos ha manifestado como hombre en las tentaciones del desierto, como Dios, el Hijo amado, en el Tabor, el monte de la transfiguración, como Agua viva para la Samaritana, como Luz para el ciego de nacimiento, como Vida para Lázaro. Ahora queremos celebrarle como causa de nuestra alegría.
Una de las palabras que el Papa Francisco usa constantemente es la de la alegría; nos llamó a vivir La alegría del Evangelio (El anuncio del Evangelio en mundo actual) y ahora nos llama a vivir La Alegría del Amor a través de su última Exhortación Apostólica sobre el Amor en la familia. El cristiano no puede vivir con cara de vinagre, agrio y triste, no puede vivir como en una Cuaresma constante sin Pascua; estamos llamados a vivir la alegría que nace de Jesús que nos ha salvado y nos ha manifestado el amor del Dios que es Padre.
Celebrar estos días Santos es entrar en ese río de alegría que nos une a toda la Iglesia en el encuentro gozoso con Jesús muerto y resucitado. Encontrarnos con la Alegría de Servir y la Alegría de Amar y la Alegría de Confiar que se manifiestan en Jesús. Él es la verdadera causa de nuestra alegría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario