SEMANA SANTA

Domingo de Ramos: Acompañamos a Jesús unidos al pueblo que grita gozoso:¡Bendito el que viene en nombre del Señor! Pero también gritamos en la pasión de San Marcos: ¡Crucifícalo!  “Me parecía mucha la crueldad que hicieron los judíos, después de tan gran recibimiento”

Jueves Santo: Acompañamos en la cena de despedida; el pan, el vino, el lavatorio… serán las nuevas presencias de Jesús. “El amor cuando es crecido no puede estar sin obrar”

 

Viernes Santo: Ponemos en el centro del día la Cruz y la lectura de la Pasión. Acompañamos a Jesús en su entrega por nosotros. “En la cruz está la vida y el consuelo, y ella sola es el camino para el cielo”.

Pascua de Resurrección: En la noche y día Santo de Pascua, escuchamos las palabras de vida: “El va por delante de vosotros…allí lo veréis”.  Jesús vive resucitado y nos acompaña. “Si es imagen, es imagen viva; no hombre muerto, sino Cristo vivo”

Celebramos este año la Semana Santa marcados por el Año Jubilar Teresiano. En la Cuaresma, hemos querido caminar con determinación para llegar juntos a la celebración de la Pascua, el centro de nuestra fe como cristianos. Por eso, ahora, vamos a acompañar con determinación a Jesús en su pasión, muerte y resurrección.

Una vez más, esa determinación de Santa Teresa, es la llamada a no “pasar” por estos días, sino a vivirlos con firmeza, con sentido; y hacerlo no desde fuera sino desde dentro, acompañando a Jesús, siendo parte de lo que se vive. Dice la Santa: <<No os pido ahora que penséis en él…no os pido más que le miréis>> (C 26,3); es la llamada a usar más los ojos y el corazón que la cabeza, entrar en el misterio de estos días santos para dejarnos envolver por él.

Nuestro Obispo, D. Jesús, ha escrito una carta pastoral con motivo de este Año Jubilar: “Camina con determinación”. La charla cuaresmal del Lunes Santo será su presentación y la invitación a vivir la Semana Santa. Santa Teresa nos ayudará a vivir estos días santos; su experiencia personal son una luz para nosotros. Ella nos introduce en el misterio de cada día: la fragilidad e incoherencia del pueblo en el Domingo de Ramos, el misterio de amor que se hace obra en el Jueves Santo, la contemplación de la cruz que abre a la vida el Viernes Santo, el gozo de poder encontrarnos con Jesús vivo en la Pascua y cada día de nuestra vida porque ha resucitado.

Son días especiales para vivir por dentro y por fuera; días para el encuentro y el reencuentro: con la familia, con los amigos, y también con la fe, con la comunidad, con la tradición, con la oración. Hay tiempo para todo. Que vivamos con gozo estos días, no los echemos en saco roto. ¡Que sea una feliz pascua para todos!

HORARIO DE CULTOS DE LA PARROQUIA

Domingo de Ramos (25 de Marzo)

12,30: Bendición de Ramos (en la Plaza de San Antonio), Procesión y Eucaristía

Lunes Santo (26 de Marzo)

7 de la tarde Eucaristía y a las 7,30 Charla cuaresmal: Camina con determinación. Carta Pastoral de nuestro Obispo D Jesús)

Miércoles Santo (28 de Marzo)

7 de la tarde, Eucaristía

Jueves Santo (29 de Marzo)

7,30 de la tarde: Misa de la Cena del Señor. Procesión

11 de la noche: Hora Santa

Viernes Santo (30 de Marzo)

8 de la mañana: Vía-Crucis de Penitencia 

7,30 de la tarde: Oficios de la Pasión del Señor. Procesión del Santo Entierro

Sábado Santo (31 de Marzo)

9,30 de la noche: Vigilia Pascual

Domingo de Resurrección (1 de Abril)

12,30 de la mañana: Procesión del Encuentro

 y Misa de la Pascua de Resurrección

Lunes de Pascua (2 de Abril) Empanada

HORARIO DE CULTOS DEL MONASTERIO

Domingo de Ramos: Eucaristía a las 9 de la mañana 

Lunes y martes Santo: Eucaristía a las 8,30 de la mañana

Miércoles Santo: Eucaristía a las 7 de la tarde

Jueves Santo: Misa de la cena del Señor a las 6 de la tarde

                        Hora Santa a las 10 de la noche            

Viernes Santo: Oficios de la Pasión a las 6 de la tarde

Sábado Santo: Vigilia Pascual a las 10 de la noche

Domingo de Resurrección: Eucaristía de Pascua a las 9 de la mañana

domingo quinto de cuaresma

QUINTO DOMINGO DE CUARESMA

“Para caminar con determinación hay que cargar con la cruz”

Del Evangelio de Juan (Jn 12,20-33)

Entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; estos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: <<Señor, queremos ver a Jesús>>. Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús. Jesús les contestó: <<Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero su muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo honrará. Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré? ¿Padre, líbrame de esta hora? Pero si por esto he venido, para esta hora: Padre, glorifica tu nombre>>

Entonces vino una voz del cielo: <<Lo he glorificado y volveré a glorificarlo>>. La gente que estaba allí y lo oyó, decía que había sido un trueno; otros decían que había hablado un ángel. Jesús tomó la palabra y dijo:<<Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí>>.

Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.

 Palabra del Señor

-         Jesús es el grano de trigo que se entierra cada día. ¿Qué me sugiere esta imagen?

-         Jesús acoge su <<hora>>, su momento, <<por esto he venido>>. ¿Cómo acojo yo mi vida?

-         La cruz de Jesús nos atrae. ¿Descubro a los crucificados hoy? ¿Soy capaz de llevar la mía? ¿Ayudo a llevar la de los demás?

COMPROMISO:

En esta última semana toma un especial protagonismo la cruz. Os invitamos a poner en un lugar especial de vuestra casa una cruz, el gran signo que nos recuerda lo que Jesús ha hecho por nosotros. Pero la cruz hoy sigue estando muy presente en nuestro mundo y Jesús sigue muriendo en ella. Por eso os animamos a poner junto a esa cruz, las cruces de nuestro mundo, esas situaciones o dificultades que hacen que Jesús siga crucificado en tantos hermanos.

CUARTO DOMINGO DE CUARESMA

CUARTO DOMINGO DE CUARESMA

“Para caminar con determinación hay que andar en la luz”

Del Evangelio de Juan (Jn 3,14-21)

Jesús dijo a Nicodemo: <<Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios. Este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal detesta la luz, y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios>>.

 Palabra del Señor

-         Jesús va a ser elevado en la cruz para que tengamos vida eterna.

-         ¿Acogemos el amor del Padre por el mundo, por nosotros? ¿Nos sentimos de verdad amados?

-         Dejémonos iluminar por la luz de Jesús; no temamos entrar en su luz que deja ver nuestra oscuridad.

-         Hagamos las obras de la luz que dejan transparentar el amor de Dios

COMPROMISO:

Como pequeño gesto para esta semana que nace de este domingo de la alegría y de la luz, os invitamos a ser luz en medio de alguna situación de oscuridad por la enfermedad, la soledad... Que seamos luz, que nos entreguemos con generosidad, porque Jesús se entrega por todos nosotros.

TERCER DOMINGO DE CUARESMA

TERCER DOMINGO DE CUARESMA

“Para caminar con determinación, entra en el templo”

Del Evangelio de Juan (Jn 2,13-25)

Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: <<Quitad esto de aquí: no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre>>. Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: <<El celo de tu casa me devora>>. Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: << ¿Qué signos nos muestras para obrar así?>>. Jesús contestó: <<Destruid este templo, y en tres días lo levantaré>>.

Los judíos replicaron: <<Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?>>. Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y creyeron en la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.

Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba a ellos porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.

Palabra del Señor

-         Entramos en el templo con Jesús y sentimos su dolor por el mal uso que están haciendo de la casa de su Padre

-         Nosotros “mercadeamos” de otra manera con Dios en nuestra oración, en nuestra vida de fe. ¿Qué “negocios” tenemos con Jesús?

-         Jesús del templo de las paredes va al templo de su cuerpo. ¿Y nosotros? ¿Nos encerramos en las paredes de la Iglesia o vamos hacia los demás que también son “templo” o hacia nosotros mismos necesitados de conversión?

COMPROMISO:

En esta tercera semana de Cuaresma os invitamos a entrar en el templo, a buscar algunos momentos para dejar a un lado los “mercadeos” que tenemos en el corazón e ir al lugar donde Dios nos espera en el silencio. Os invitamos a poner delante de él la vida y a pedirle que por medio de las buenas obras, los demás reconozcan su presencia en el mundo.